viernes, 14 de agosto de 2009

Luna ofrece material útil para crear paneles solares y vivir allí


TOMADO DE: La Nación, http://www.nacion.com/ln_ee/2009/julio/31/aldea1964857.html
  • Robot puede fabricar células fotovoltaicas ‘derritiendo’ rocas

  • Si se puede producir energía allá, es ‘fácil’ crear aldea humana

No importa si la intención es vivir, pasear o utilizar la Luna solo como estación de paso para viajar desde allí hacia los confines del Universo.

Cualquiera que sea el objetivo, los seres humanos necesitamos que en la superficie de este satélite natural haya alguna fuente constante de energía y de electricidad que nos permita purificar el agua y el aire, aclimatar el sitio, cultivar y preparar los alimentos o desarrollar nuevas tecnologías para desplazarnos por el Sistema Solar.

Obtener esa energía vital para colonizar la Luna ya es posible mediante paneles solares, pero no hablamos de paneles solares tradicionales. Se trata de paneles muy particulares que pueden ser fabricados completamente en la superficie de la Luna utilizando las rocas que hay en el satélite.

Dos condiciones permiten la construcción de estas células solares en la Luna.

Primero, en el suelo de este satélite hay abundancia de dióxido de silicio. Los paneles solares tradicionales se hacen con silicio, de modo que es posible extraerlo de este compuesto y utilizarlo en su forma más pura para producir los paneles.

La otra condición que facilita la producción de células solares allí es el ambiente, que permite ensamblar sin problemas los materiales del panel. Esto es algo para lo que en Tierra se requieren sofisticadas y costosas cámaras de vacío.

El proceso. Aunque suena y parece ciencia ficción, esta investigación y sus aplicaciones son reales.

Los promotores de la innovadora iniciativa son los científicos del Centro de Materiales Avanzados de la Universidad de Houston, Texas, quienes laboran en conjunto con la NASA y otras compañías privadas de Estados Unidos. “Esto que proponemos es posible”, dijo a La Nación el científico Alex Ignatiev, quien es reconocido internacionalmente por el desarrollo de materiales que han viajado durante las últimas dos décadas a la Estación Espacial Internacional y en otras misiones no tripuladas.

Según Ignatiev, la idea es solo llevar las herramientas a la Luna, no los paneles construidos. El científico recordó que transportar un solo kilogramo de material desde la Tierra a la Luna cuesta unos $200.000, es decir, unos ¢118 millones. De allí que reducir el peso enviado al mínimo le da mayor agilidad y apoyo político al proyecto.

“Imagínese llevarse decenas o cientos de paneles solares armados desde aquí.

“Sería una locura por lo caro y, además, es innecesario”, enfatizó el especialista.

Fabricación allá. La construcción de los paneles solares lunares se iniciará con el envío de una sonda no tripulada hacia el polo norte del satélite, donde se calcula que la intensidad de la radiación solar es mayor y más constante.

La sonda robótica encargada de estas labores estará equipada con las herramientas necesarias para monitorear y excavar el suelo lunar.

Tendrá, asimismo, sus propios paneles solares incorporados. De esta manera el robot obtendrá energía suficiente para desplazarse sobre la superficie de este satélite durante los primeros años y realizar los procesos de manufactura requeridos.

La elaboración de cada célula solar se iniciará con la identificación de las rocas lunares con mayor concentración de silicio.

Luego la nave robótica utilizará sus propios paneles solares para generar una potencia de 60 watts por centímetro cuadrado y dirigirla hacia esas rocas.

Gracias a la energía que se utiliza para “derretir” las rocas en el suelo lunar, se logrará que se forme una capa de un material que es muy similar al vidrio tradicional. Esta placa tendrá alrededor de 0,4 centímetros de grosor y,

por sus características, será capaz absorber la energía del Sol y también de acumularla, como los paneles solares tradicionales que conocemos en la Tierra.

Los científicos calculan que cada panel solar lunar tendrá una forma rectangular. Estos se colocarán directamente sobre la superficie lunar.

Las celdas solares se construirán una a una. Estas se colocarán en forma continua, creando como una hilera de paneles solares que lucirán como una especie de cinta metálica adherida a la superficie de la Luna.

Se calcula que la primera línea de células solares que se fabriquen podría medir cerca de un metro de ancho por dos metros de largo. Estas pesarían unos 300 kilogramos y su producción podría tomar al menos dos horas.

“Hay que reconocer que las células solares lunares hechas con este silicio no son tan eficientes. En realidad, se estima que solo tendrían entre un 5 y un 7% de eficacia”, explicó Ignatiev.

“Sin embargo, eso se podría compensar haciendo muchas células solares. Calidad se puede sacrificar por la cantidad”, añadió.

Por cada metro de largo, las células solares estarían en capacidad de generar unos 100 megawatts o incluso un gigawatt.

“En un futuro podríamos pensar en utilizar las microondas para enviar un poco de esa energía limpia hacia la Tierra para sustituir la quema de combustibles fósiles”, concluyó el científico de la Universidad de Houston.

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