TOMADO DE: Weblogs, http://weblogs.madrimasd.org/energiasalternativas/archive/2007/10/01/74977.aspx
Las algas se componen de organismos acuáticos que capturan luz solar y el dióxido de carbono para hacer la foto-síntesis y así producir su energía, y además producir aceites vegetales que se pueden transformar en biodiesel. El rendimiento en producción de biodiesel con algas es unas 300 veces superior al que se alcanza con soja y unas 25 veces al que se consigue con palma. A ello hay que añadir el tiempo record de crecimiento de las algas que es solo de unos pocos días lo que contrasta con los tiempos de crecimiento mucho más largos de las plantas oleoginosas.
Cuando se comparan las productividades (m3 de aceite producidos por km2 de superficie) las algas alcanzan rendimientos (m3 aceite producido por km2 cultivado) de 10.000-20.000 m3/km2, que resultan mucho más elevado que el alcanzado por la colza (120 m3/km2), la soja (40 m3/km2), la mostaza (130 m3/km2) y la palma (600 m3/km2).
Al contrario que la soja u otros cultivos usados para la producción de biocombustibles, las algas no necesitan extensos terrenos de cultivo ya que pueden crecer en casi cualquier espacio cerrado, y lo hacen de forma muy rápida, de este modo que podrían desarrollarse en tanque en cualquier localización. Se trata de una fuente de producción de energía en continuo, inagotable y no contaminante porque no moviliza carbono fósil, sino que utiliza el exceso de carbono (CO2).
Ciertamente, no existen otros captadores de radiación solar más eficaces que estos organismos fotosintéticos. Además crecen rápidamente y se desarrollan en unos pocos días, algo que no sucede con el girasol, soja, mostaza y palma. Su cultivo automatizado en grandes bio-reactores resulta sencillo. Otros factores tales como la influencia del pH del medio en el que se desarrollan o las diferencias en la temperatura diurna y nocturna se están analizando en detalle con el objetivo de aumentar aún más su productividad.
Los triglicéridos que constituyen los aceites vegetales pueden igualmente transformarse en mono-ésteres y glicerina mediante la reacción de trans-esterificación con metanol. Las moléculas que componen el biodiesel resultantes de este último proceso tienen un menor peso molecular y su viscosidad es sustancialmente más baja con lo que puede usarse como combustible en los motores de compresión. Evidentemente, el biodiesel obtenido por cualquiera de las dos vías no contiene azufre, no es tóxico y, además, resulta fácilmente biodegradable.
En latinoamerica, eso ya es una realidad. En Colombia los papás de una amiga ya están trabajando en eso
ResponderEliminar